El periódico El País dejaba constancia del paso de Ara Malikian por el monasterio de Uclés. Situado a medio camino entre Cuenca y Madrid, emerge como un compendio de las diversas civilizaciones y corrientes estéticas que han dejado su huella en España. Inicialmente concebida como una fortaleza musulmana para resguardar Al-Ándalus de los reinos cristianos durante la Edad Media, la estructura evolucionó para convertirse en la sede de la Orden de Santiago durante la Reconquista. En la actualidad, el monasterio exhibe una amalgama de estilos que incluyen plateresco, herreriano, churrigueresco, así como vestigios árabes, romanos y visigodos.
George Kubler, en su obra «Arquitectura de los siglos XVII y XVIII», describe la lista de arquitectos de Uclés como una narrativa de la arquitectura española. Este conjunto ecléctico se presenta como el escenario perfecto para recibir al violinista Ara Malikian, cuya música fusiona el academicismo europeo con ritmos flamencos y orientales.
Malikian, originario de Beirut y residente en España durante más de dos décadas, inaugura la primera edición del Festival Uclés Música este viernes. La milenaria villa de Uclés, impregnada por las culturas celtíbera, romana, musulmana y cristiana, se convierte así en el próximo destino de su gira «The Ara Malikian World Tour». Este músico hispano-libanés, con más de 40 discos en su haber, presenta composiciones que transitan entre la música clásica y oriental, abarcando el tango, el flamenco y el pop, reflejando su característica hibridación musical.
La diversidad de Malikian encuentra eco en la heterogeneidad del Monasterio de Uclés. David Pérez, director de la Fundación Fernando Núñez encargada de preservar el patrimonio de la estructura, explica que esta mezcla arquitectónica se debe a su ubicación en la frontera de Al-Ándalus. Testimonios del pasado musulmán, como una muralla de 200 metros de la época de la fortaleza y una torre Albarrana, se entrelazan con elementos romanos, evidenciados en las fachadas platerescas provenientes de Segóbriga, y visigodos, presentes en una piedra ornamental en las caballerizas.
Así como la arquitectura de Uclés refleja su multiculturalidad, la carrera de Malikian también está impregnada de esa diversidad. El violinista, que vivió como nómada debido a la guerra civil libanesa, fusiona sus experiencias en su música. Su trayectoria desde una formación clásica hasta la exploración de sonidos de fusión refleja su adaptabilidad y enfoque centrado en emocionar al público, como señaló en una entrevista en 2015.